La infección por gripe es una epidemia que afecta cada año a la población mundial y es causa de gran morbimortalidad. Uno de los grupos más afectados, en los que más morbilidad se produce son las personas mayores. La vacunación ha demostrado prevenir un número importante de infecciones y sobre todo de complicaciones de la misma reduciendo las tasas de hospitalización, de ingreso en UCI y de muerte entre los mayores. A pesar de ello las tasas de vacunación en los mayores no alcanzan el 60% de la población diana y son también bajas entre el personal sanitario. El conocimiento de cómo actúa la vacuna de la gripe, cómo se mide la respuesta a la misma, los aspectos relativos a su eficacia y seguridad, los tipos de vacunas existentes y las pautas de vacunación en el contexto de la pandemia por COVID podría mejorar su utilización y, por lo tanto, los beneficios entre la población general y especialmente entre los ancianos.
La pandemia por COVID ha aumentado la sensibilidad con respecto a las enfermedades víricas y la vacunación para prevenirlas. Encuestas informales a profesionales así como foros de opinión con expertos internacionales en gripe han revelado muchas áreas de desconocimiento sobre cómo actúa el virus de la gripe, las variaciones anuales del mismo, los beneficios de la vacunación y los distintos tipos de vacunas, entre los profesionales con responsabilidad en el estímulo de la vacunación entre la población mayor así como en la administración de la misma.